Cuando lo sepas...

No hay soledad más urgente, que aquella del ser amado
Cuando en un pecho yace inerte, un corazón destrozado
Nadie entenderá mis dudas, ni comprenderá mi llanto
Ni siquiera serás conciente, de que tanto te he adorado
Nunca encontrarás un alma, que se entregue así a tus manos
Y permita que de ella hagas lo que tu más has deseado
No comprenderán tus miradas, ni perdonaran tus daños
Ni amaran tu ser todo, con tus logros y fracasos
Tus virtudes, tus amores, tu modo de amar odiando
El día que te des cuenta de la forma en que he entregado
Mi vida a la vida tuya sin esperar nada a cambio
O esperando, y en la espera, dejando cada pedazo,
trozos de historia que hoy junto para alimentar el llanto,
El día que te rechacen, o que te dejen a un lado
O que ames y ese amor deba vivir agonizando
Cuando tu pecho se llene de odio, de pena y fango
En ese mismo momento en el que caigas derrotado
Cuando no tengas fuerzas o ganas de seguir respirando
Será ese el instante en al cual tu corazón acorazado
Comprenda lo que dejaste, el dolor que me has causado.