martes, 28 de julio de 2009

Matar a un niño...


Tal vez quien lo haga nunca lo sepa…quizá no sea conciente de tal acto. Solo yo lo sabré y guardaré el secreto, no por cobardía, no por ausencia de dolor, no por complicidad, simplemente porque el culpable nunca sabrá que empuñó el arma, nunca sabrá que todos sus movimientos estuvieron medidos y muy calculados, no recordará cómo llegó a lograrlo, ni recordará un rostro, un gesto, una lágrima…será algo tan sigiloso como un susurro, tan calmo como la brisa, tan doloroso como la existencia, tan perfecto, tan cuidado, tan premeditado sin saberlo…

Irá en silencio, paso a paso, elevando cada vez más en alto el arma, su arma, las palabras…aún peor…su lenta indiferencia…y de a poco, como gozando cada instante irá desangrando al niño que vivió en mi.

lunes, 20 de julio de 2009

Hoy quiero confesar…

Quise creer que todo había sido una terrible pesadilla que se marcharía con las primeras luces del alba pero no fue así, la realidad era otra. Al abrir mis ojos comprendí que no tenía sentido negarlo, que de una forma u otra debía afrontarlo pero hasta el momento no sabía como…mi mente estaba atestada, saturada…los pensamientos se agolpaban uno sobre otro, incapaz de actuar.

Caos, caos era justamente la palabra que lo resumía todo. Quise escapar, librarme de todo…rogué estar en otro lugar, supliqué e intenté recobrar el sueño con la débil esperanza de que todo se solucionara sin que medie mi intervención…imposible, sabía que no sucedería.

Pensé escapar, tomar mis cosas y huir, volver a mi lugar, a mi gente, a mi orden pero supe que iba a arrepentirme…esto era algo que debía enfrentar.

Recorrí la casa, el silencio no lograba calmarme, debía armarme de valor…

Lo imaginé a Cameron, me sentí abandonada, él también tenía que ver con esto y sin embargo decidió marcharse sin más preámbulos, casi con indiferencia…

Daba vueltas en círculos, miraba cada espacio sin saber cómo empezar …respiré hondo, caminé hacia la cocina, luego el comedor, el baño y al llegar a la habitación decidí que era el mejor lugar para comenzar a limpiar.

Hoy quiero confesar que soy un ama de casa…

viernes, 17 de julio de 2009

Ella o yo…

Desde que llegué supe que iba a ser una lucha constante. Ella ocupaba un lugar en la casa que no estaba dispuesta a abandonar. Siempre me observaba con esa mirada acusadora, aún antes de instalarme…ella sabía que pronto sería competencia.

Hace un mes que nuestra lucha es ardua. Se empeña en mirarme desde el sofá, no tendrá otro lugar dónde molestar? no es lo que dice lo que me molesta porque no dice nada, ni lo que hace porque tampoco hace nada, ni lo que cuenta porque no sale, casi no estorba pero su mera presencia me irrita.

Debo confesar que hago todo lo posible por echarla, le grito no se inmuta, la insulto no se conmueve, cuando limpio golpeo el sofá con la escoba agresivamente no se turba,

Reniego ella me ignora, la ignoro ella ni tiembla, la amenazo ella serena.

En este momento me observa, sé que lo hace, la veo trabajar en su labor, teje sin descanso con cuatro de sus ocho patas como si no le importase que en cuanto me levante de la silla voy a destruir su tela de un escobazo.

jueves, 16 de julio de 2009

Otra vez sola…

El sol lastima mis ojos, la habitación está muda, solo el sonido de las sábanas frías rompe el silencio…caricias y roces de una noche de invierno abrigan mi piel desnuda, tu aroma aún perfuma la pieza.

Rozo tu espacio…acaricio tu distancia…beso tu ausencia…busco tu cuerpo ya emigrado…

Vacío, mutismo manso, espera, ansias, esperanza…

Y extrañarte vuelve a enamorarme, vuelvo a desearte y a añorar tu presencia…

Es un juego entre mi corazón y mi mente, entre mis ganas y mis miedos…

Y te espero, siempre espero…mis ojos atraviesan la habitación, llegan a la calle, cruzan la ciudad y llegan a tu espacio e imagino que me imaginas, que también me extrañas, que también esperas…

Y te invento y charlo con tu reflejo en el espejo, con el sendero que dejaron tus pasos al marcharte, con tu recuerdo…

Sé que estás llegando, sé que voy a amarte otra vez como cada día, sé de tus caricias, de tus palabras, tus chistes, tus planes…y espero, como cada día te espero para volver a extrañarte cuando despunte el nuevo día.