Matar a un niño...
Tal vez quien lo haga nunca lo sepa…quizá no sea conciente de tal acto. Solo yo lo sabré y guardaré el secreto, no por cobardía, no por ausencia de dolor, no por complicidad, simplemente porque el culpable nunca sabrá que empuñó el arma, nunca sabrá que todos sus movimientos estuvieron medidos y muy calculados, no recordará cómo llegó a lograrlo, ni recordará un rostro, un gesto, una lágrima…será algo tan sigiloso como un susurro, tan calmo como la brisa, tan doloroso como la existencia, tan perfecto, tan cuidado, tan premeditado sin saberlo…
Irá en silencio, paso a paso, elevando cada vez más en alto el arma, su arma, las palabras…aún peor…su lenta indiferencia…y de a poco, como gozando cada instante irá desangrando al niño que vivió en mi.